sábado, 22 de junio de 2013

Una guardia de verde.

 
 
 
Sumergiéndome en el verde, quién me lo iba a decir.
 
Nunca he sido 'de quirúrgicas'. Recuerdo entre el odio y el bostezo mi rotatorio en Cirugía General en 6º de Medicina, guardo mal recuerdo de la mayoría de mis profesores de asignaturas quirúrgicas, siempre preferí la clínica. Pero junto a los cirujanos generales he pasado mi mejor guardia; la tercera. Hemos hecho un equipo de lo más eficaz, los unos compensando las flaquezas de los otros y con un resultado creo que muy positivo para los enfermos que acudieron al servicio de urgencias el miércoles pasado. Por suerte, en mi box contábamos también con médicos de familia, que fueron los encargados de asesorarnos y revisar nuestras historias clínicas y hojas de tratamiento.

Tuvimos casos típicos y fáciles de solucionar, y otros complicados, como es lógico. Hubo neumonías, sobreinfecciones de EPOC, fallos cardíacos, infartos cerebrales, sospechas de síndromes paraneoplásicos, abdómenes quirúrgicos, fiebres de origen desconocido, infecciones de orina, anginas de pecho, infarto agudo de miocardio, caídas casuales en ancianos, ictus...

Pero poco a poco fuimos solucionando los problemas de los enfermos; los cirujanos poniendo mucha atención a la palpación de los diferentes órganos y a la petición de pruebas complementarias que agilicen la preparación quirúgica en los casos de alta sospecha de dichas patologías. Aprendí bastante de ellos y creo que les gustó tener a una persona más clínica, que se centra en anamnesis más detalladas y semiología oculta. No hubo roces, como suele ocurrir entre cirujanos e internistas. Y, a pesar de todo, creo que nosotros los psiquiatras podemos hacer ver a otras especialidades que el estigma que nos rodea no es verdad. Somos médicos clínicos, no pensamos de forma tan diferente al resto; quizás la diferencia está en la implicación emocional de la enfermedad mental y en el análisis del contenido del pensamiento del enfermo. En urgencias somos muy útiles, dada la gran cantidad de patología psiquiátrica que se presenta y el difícil abordaje de estas personas.




Y la guardia llegó a su fin tras conseguir un pijama verde, de los que usan en cirugía, que es bastante más práctico que el pijama blanco impoluto que nos dieron para las guardias. Y el color sienta mejor, todo hay que decirlo.

Al subir al vestuario de Cirugía General, ya bien pasada la medianoche, pude ver el movimiento y el ajetreo de los cirujanos; unos lavándose para entrar a realizar un transplante, otros con 'buscas' que no dejaban de sonar con casos de apendicitis y colecistitis, algunos que descansaban después de largas horas de quirófano... Es una vida muy sacrificada. Y por supuesto no todos son unos bordes, engreídos y narcisistas. Los estereotipos médicos tienen su base, como todos los estereotipos, pero sólo son un obstáculo y muchas veces un prejuicio que deberíamos ir rompiendo.

 


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