martes, 16 de abril de 2013

Inyección de lusofilia.



'O cinema só trata daquilo que existe, não daquilo que poderia existir. Mesmo quando mostra fantasia, o cinema agarra-se a coisas concretas. O realizador não é criador, é criatura'.

-Manoel de Oliveira.


104 años de edad y más de 40 películas en su filmografía, no le impiden al director portugués seguir deleitándonos con obras maestras de calado psicológico y descarga intelectual.
Ahora mismo graba en Brasil 'A igreja do diabo', película de la que a penas he leído que tratará sobre un estudiante alojado en la casa de un hombre infiel, hecho conocido por su propia esposa. En 2012 grabó en Francia 'Gebo et l'ombre (Gebo e a sombra)', ambientada en el siglo XIX, y centrada en la historia de un patriarca pobre que ofrece protección a un hijo fugitivo. El año pasado colaboró también, junto con Víctor Erice y Aki Kaurismäki, en el largometraje de historias cortas como tributo a Guimarães (ciudad del norte de Portugal.)

Hace poco que descubrí dos de sus grandes obras: 'A divina comedia' y 'Vale Abraão'. Ambas son películas eminentemente visuales y que han tomado mucho del teatro. La primera nos cuenta la historia de una 'Casa de alienados', o antiguo hospital psiquiátrico, donde los diferentes personajes encarnan grandes figuras de la literatura (Raskolnikov y Sonya, Ivan y Alyosha Karamazov, Nietzche) y de la Biblia (Lázaro, Jesucristo, Santa Teresa, Adán y Eva...) además de la figura del profeta de la 'salvación del mundo' y del filósofo-anticristo.

'Vale Abraão', película exquisita en el sentido más honesto de la palabra, indaga sobre la imposibilidad de una felicidad completa en el ámbito sexual o romántico del ser humano. Muchos la han descrito como 'fresco en movimiento', por la gran belleza de sus paisajes (ambientada en el valle del Duero), músicas, decorados, palabras. Es una película que deja huella: poética, intemporal, barroca, minimalsta. Nos deja entrever una crítica social a una burguesía estancada y reacia al idealismo, así como la influencia de la tradición y el catolicismo en los prejuicios de los personajes que rodean a la protagonista. 

1 comentario:

  1. Qué cita belleza de Oliveira. Me parece muy interesante y inspirador.

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