Los suecos están muy acostumbrados a los médicos extranjeros, incluso la gente mayor. Hace décadas que viene personal sanitario de otros sitios, y un buen porcentaje dice no haber tenido nunca un médico de familia sueco. Entre un poco de hipoacusia y las diferencias de acento, no sé cómo nos comprenden los ancianos, pero no suele haber mayor impedimento. También son los ancianos los que suelen preguntar de dónde vienes, aventurándose a hacer averiguaciones propias: "¿eres de España, Italia, Turquía? por el aspecto me parece del sur de Europa". Yo no suelo dar espontáneamente información sobre mis orígenes, me presento como médica y digo mi nombre, y que el paciente saque las conclusiones pertinentes. Pero si me preguntan directamente, respondo. En esos casos, los suecos suelen pronunciar unas palabras de elogio hacia España: lo mucho que les gusta, alguna palabra española, incluso me han dicho lo buena que es la sanidad allá, que tienen una casa en Torrevieja y se van en cuanto llega la oscuridad. Algunos preguntan cómo es que has venido a Suecia, dan un cumplido por tu manejo del idioma ("vad duktig du är!" - duktig es una palabra que los suecos emplean a destajo, significa hábil o capaz).
Cuando los pacientes reciben la carta/sms con la fecha de la consulta, también se les informa del nombre y apellido (apellidos, en mi caso) del médico. Los comentarios despectivos o racistas son muy infrecuentes, en consultas externas no creo haber escuchado ninguno. No obstante, en Urgencias puede ocurrir que alguien te falte al respeto por tu acento o nacionalidad. Habitualmente son pacientes muy enfadados "con el sistema", cabreados porque no se les han dado tranquilizantes (benzodiacepinas) o en estado de intoxicación/abstinencia alcohólica.
Rara vez sabe el paciente pronunciar mi nombre, en sueco se lee mi nombre de otra manera. Suelen preguntar un par de veces cómo se pronuncia, pero al final lo dejan por imposible y se desesperan. Mis apellidos también los pronuncian mal y les confunde que sean dos, aquí tienen uno nada más. Suelen pensar que tengo dos nombres y el apellido es el último. Aquí es frecuente tener varios nombres (hasta tres o cuatro, aunque usen solamente uno en la práctica) y el apellido paterno.
Las opiniones sobre los médicos no suecos están divididas, creo yo. Rara vez se expresan en público, pero los pacientes (y el personal sanitario) hacen comentarios sutiles de vez en cuando. Parece que hay pacientes que prefieren un médico extranjero, consideran que les cuidarán más y se preocuparán más por su bienestar. Otros anhelan un médico sueco que hable perfectamente el idioma y conozca al detalle las costumbres del lugar. Aunque la verdad es que la mayoría nos hemos adaptado, por pura necesidad de supervivencia, y trabajamos al modo de cualquier médico sueco.
Aquí se incide mucho en las formas. A todos los pacientes se les saluda afectuosamente, se les da la bienvenida e incluso las gracias por venir a consulta, se les da la mano (¿o eso era antes de covid-19?) al entrar, se inicia la consulta preguntando ¿cómo te puedo ayudar? Es de mala educación interrumpir al paciente, en consultas externas suele tener una hora de consulta o 30 minutos de llamada telefónica, y es su derecho explayarse. El paciente elige el tratamiento entre las alternativas disponibles y rara vez se consulta a ningún familiar (sólo si el paciente lo pide explícitamente, que raramente lo piden).
Yo creo que puede tener mucho que ver con que los sanitarios reciben formación en entrevista motivacional. Un método de diálogo con el paciente basado en motivar para el cambio, sin decidir por el paciente ni dar soluciones directas. El paciente expone su problema y, no en pocas ocasiones, surge un dilema o una ambivalencia. Característica humana muy curiosa. Quizás quiere dejar de beber porque tiene miedo a enfermar por la bebida, pero también se lo pasa bien tomando copas y teme perder vida social. Tal vez quiera retomar el tratamiento de la depresión que tan bien le funcionó en episodios previos pero a la vez no retomarlo porque los medicamentos "envenenan el cuerpo". El papel del médico es escuchar el razonamiento e ir guiando con preguntas que ayuden al paciente a tomar su propia decisión. "Si te he entendido bien, parece que te interesaría conseguir X pero para eso perderías Y que es importante para ti", ese tipo de tono en las respuestas.
En España hay buena parte de entrevista motivacional en Psiquiatría, pero las consultas son mucho más cortas y se suele ir al grano con más prisa.