sábado, 4 de mayo de 2013

Herba de namorar



'Tríptico elemental de España', de José Val del Omar... eso era lo que yo tenía en mente durante mi minitour por Galicia de hace unos días. La trilogía de cine experimental de este director granadino, obra que inició en los años 50 y se terminó póstumamente a su muerte en los 80, traza diametralmente una línea occidente-oriente español desde Galicia hasta Andalucía.

Y es ese 'Acariño galaico (de barro)' con el que me identifico; transmite esa nostalgia, esa 'morriña' como llaman los gallegos, de una tierra bañada por la neblina y por la lluvia. El paisaje abrupto de las costas atlánticas, los acantilados, las mareas que azotan con fuerza, 'o vento que te leva', el olor a barro y a costa, el verde que rodea a las casitas de piedra.

Los dos capítulos siguientes: 'Fuego en Castilla' y 'Aguaespejo granadino' encierran para mí el encanto de lo exótico, de lo desconocido. Es un sentimiento distinto; no es mejor, no es peor; pero no es tan emotivo.

Mi viaje tuvo tres paradas principales; Cedeira, Santo André de Teixido y Estaca de Bares.

El primer destino es un pueblecito marinero con playas aparentemente tranquilas y un paseo marítimo rodeado de blancos ventanales y casas de los antiguos 'indianos' (emigrantes en el Caribe y América del sur que regresaban luego a España y construían grandes mansiones al estilo colonial.) Es un lugar bastante turístico y de veraneo, donde lo mejor sin duda fueron las vistas de la costa desde arriba, en lo alto de la carretera.

Santo André de Teixido, conocido por las peregrinaciones, es un sitio que realmente me impactó por lo recóndito y por lo místico de un pueblecito enterrado bajo unos montes abruptos, rodeado de acantilados.
Hay múltiples leyendas que envuelven a la historia del lugar, quizás la más conocida sea la que cuenta como los restos de uno de los doce apóstoles aparecieron en las costas de Teixido, después de que su barca naufragase y quedase convertida en un peñasco que hoy se conoce como 'A barca de San Andrés.' 
Dios compensó a este pobre santo prometiéndole una peregrinación masiva al lugar de su desgracia -'A Santo André de Teixido, vai de morto quen non foi de vivo'- por la cual todos los mortales tenemos que visitar el pueblo, hasta el fín del mundo. 
He leído otras versiones que cuentan que el apóstol estaba celoso del liderazgo de las peregrinaciones religiosas a Santiago de Compostela, de lo cual se quejó muy tristemente al Todopoderoso, y sus súplicas fueron correspondidas. Dios le prometió una romería en su nombre y todo quien no visite Santo André de Teixido en vida, vagará como alma en pena en este pueblo de Galicia.
Algunos lugareños te recordarán que tengas cuidado al andar, que no pises a ningún insecto pues bien podrían ser esas almas reencarnadas e incapaces de abandonar la Tierra por no haber peregrinado en su día.

Esta mezcla de paganismo y cristiandad me resulta de lo más interesante, y desde luego es un sitio para visitar y para empaparse de este halo mitológico que lo rodea todo. Es mejor no ir en verano, he oído que la afluencia de visitantes es descomunal, pero el resto del año -aunque sigue habiendo turistas-, podrás moverte a tus anchas.

Como siempre me gustan las leyendas y creencias populares de todos tipos y colores, he estado leyendo algunas otras y he entendido un par de ofrendas que me propusieron las gentes de Teixido durante mi visita. Sobra decir que no creo en ninguna, es sólo cuestión de curiosidad, y además las encuentro bastante divertidas:

-Sanandresiños:
Como ofrenda, se hacen figuras de miga de pan en diferentes formas según el tipo de plegaria. Si lo que quieres es trabajo, harás un pez de miga; si necesitas protección en los viajes o en los negocios, harás una barca; los sanandresiños en forma de mano piden por el amor y la amistad; la figura del santo pide por tu buena salud, etc.

-La fuente de los tres caños:
A esta fuente se va a pedir deseos a San Andrés. Luego beberás del caño y, para saber si el santo va a responder o no a tus plegarias, tiras una miga de pan para ver si flota (señal de que el santo te ha oído) o se hunde (tus deseos no van a cumplirse.)

-La hierba de enamorar:
El nombre científico es Armeria pubigera, crece en Teixido y es buena para curar el mal de amor. Nos ofrecieron una de estas flores para que pidiese un deseo y luego la plantase, haciéndole incapié en que es muy buena para ese tipo de problemas.


-El ramo:
Es una rama de avellano con ramas de tejo atadas a él, y con 'herbas de namorar' también. Una especie de ofrenda ritual.

-Llevar el alma del difunto a Teixido:
Para ayudar a un muerto a dejar de vagar en pena por este pueblo, puedes ir a su tumba antes de tu viaje y pedirle que te acompañe hasta San Andrés. Una vez allí, visitará el pueblo contigo y podrá dejar atrás esa maldición para irse al cielo.


Desde el pueblo se puede conducir también hasta lo alto de los acantilados, zona de vientos muy fuertes donde han instalado muchos molinos eólicos y existe una cabaña donde refugiarse y observar el paisaje.

Ya para ponerle fín a mi viaje, parada en el punto más al norte de España; Estaca de Bares.
Un pueblecito marinero cuyo puerto está lleno de turistas degustando mariscos de la ría y bebiendo vino Ribeiro. La estrella es siempre el pulpo 'a la gallega' (pulpo cocido con pimentón) aunque también el pulpo a la plancha con almejas y gambas. Los chipirones, calamares, las cigalas, langostas, vieiras... son también platos típicos de esa 'comida alienígena' con tentáculos que sorprende a muchos extranjeros al principio.

Las casas -prácticamente todas pintadas de blanco- convierten al pueblo en un lugar muy atmosférico y acogedor, con encanto propio. La playa parece muy tranquila y limpia, el oleaje es suave y el paseo marítimo es muy agradable.


1 comentario:

  1. Ah, Galicia parece tan encantador. Para mi es lo exótico, definitivamente.

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